A los niños de mi clase se les empiezan a caer los dientes de leche y más de uno ya ha recibido la visita del Ratón Pérez.
Cuando coincide que se les cae en el colegio, les envuelvo el diente en papel y se los guardo en un pequeño sobre que les hago para la ocasión.
Ellos se lo llevan a casa como si de un tesoro se tratase y lo colocan debajo de su almohada.
Este curso me he asegurado tener sobres suficientes y que no me coja ningún diente desprevenida :-))
¡Qué original! Me encanta, lo tendré en cuenta para Paula pero aún me tengo que esperar un tiempecillo ;)
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